

No son buenas las necesidades en este tipo de edades. El Sporting de Gijón necesitaba el triunfo ante el Conxo para elevar sus posibilidades de clasificación a la siguiente fase. El Conxo no se jugaba nada salvo la honrilla de pelear y jugar lo mejor que sabía, como hizo durante todo el torneo y lograron hacer su mejor fútbol al haberse sacado el corsé de la obligación. Jugó el Conxo un partido serio y el mejor para ellos en el aspecto ofensivo de todo el torneo. Se adelantaron en el marcador a los asturianos e incrementaron la ansiedad con la que jugaban los rojiblancos el encuentro. Afortunadamante los astures empataron rápidamente pero siguieron jugando demasiado atenazadados como para darle la vuelta a un partido en el que los del Conxo se encontraban cada vez más cómodos y sin prejuicios. De haber aprovechado su centrocampista Aarón Iglesias la ventaja que le ofrece su corpulencia para conectar más con Adrián Ferreiro y jugar de manera menos individualista, tal vez el Conxo se habría despedido del torneo con una victoria.