

Reñida fue la primera mitad, con ocasiones y posesiones para ambos conjuntos, cualquiera pudo marcar, aunque el gol no llegó. Los americanos muy aguerridos y bien colocados, con Donovan Aparicio (8) cogiendo los galones creativos en el centro del campo, mientras que el incansable e insaciable punta Dante Sealy (7) siempre estaba dispuesto a aprovechar cualquier fallo del rival. El Deportivo lo intentaba con el juego en equipo y sin dejar descuidada la parcela defensiva, ya que un gol en contra podría suponer un buen varapalo. En definitiva: gran intensidad, y aproximaciones alternativas que no se convirtieron en gol.
Nada más empezar la segunda mitad se adelantó el Dallas con un golazo de Sealy (7), en un gran desmarque que supo aprovechar. La exhibición de este futbolista fue asombrosa: cómo pelea, cómo se mueve, cómo busca el gol, cómo quiebra, cómo no da un balón por perdido. El Dallas se encontraba cómodo buscando la contra y el Deportivo no tenía profundidad ni claridad de ideas, así que llegó un nuevo contraataque (que ya pudo anotar antes de la misma forma) con gol de Benjamin Redzic (10). Sin embargo, nunca hay que confiarse ante equipos grandes como el Depor, como demostró al empatar en un suspiro, casi finalizando, con goles de Daniel Añón (9). Cuando todo parecía que el partido acabaría en tablas apareció nuevamente Sealy (7) aprovechando una transición rápida en un jugada retrucada. De esta forma, con la gloria de Sealy, finalizó el partido.
Hoeman.