

Debo reconocer que el Athletic es para mí el equipo que mejor juega (y que tiene el planteamiento más ofensivo) del torneo. Es un placer ver a estos chavales jugar, tanto táctica como técnicamente son extraordinarios. Apabullaron al Mallorca con su 1-3-3 (en principio sin mediocentro, aunque es uno de los defensas (Kepa Uriarte (10)) el que tiene libertad para ejercer de tal, o en todo caso alguno de los extremos, porque jugó con extremos bien abiertos); jugando muy adelantados tanto con como sin pelota, incluido el portero, que ejerce de primer atacante y último defensor (ambos porteros tienen un envidiable manejo de pies). Ejercen una presión asfixiante que empieza en el área contraria, con líneas muy juntas y dejando poco espacio, y juega muy abierto. Además no renuncia a otros tipos de juego como puede ser el contragolpe clásico pese a su planteamiento (el 9 Nicholas Williams es rapidísimo). Como contraprestación, asume muchos riesgos, aunque creo poder afirmar que se ha ganado la admiración tanto de aficionados como de gente profesional. Propone mucho y todo lo que propone está enfocado a lo ofensivo: al logro del gol y de la victoria.
Su dominio en el partido fue clamoroso, aunque es cierto que dejó opciones a que el Mallorca pudiera darle algún susto (no obstante su delantero estrella Alejandro Barroso (9) fue totalmente anulado). Un Mallorca que nuevamente jugó, a mi juicio, excesivamente retrasado. La primera mitad terminó con victoria parcial por dos goles a cero: los goles los consiguieron Williams (9) en un gran centro tras saque de esquina del extremo izquierdo Mikel López (8) (¡cómo las pone!), y Ander Madariaga (11) con un trallazo desde fuera del área. El segundo periodo comenzó con una dinámica similar al del primero, no obstante el Mallorca logró recortar distancias en una buena jugada de transición, Isma Estévez (3) fue el autor. Siguió fiel a su estilo este espectacular Athletic y nuevamente Williams, en una gran contra en la que se fue por velocidad, anotó el gol que puso el definitivo 3-1 en el marcador, aunque pudieron ser más.
Hoeman.