Primera parte bastante aburrida, con dominio de la posesión del balón por parte del Barcelona, aunque sin llegar apenas ni tampoco crear peligro. El Genk, que tiene buenos jugadores a nivel técnico, jugó temeroso y muy encerrado atrás, renunciando a todo atisbo de ataque. La instrucción era diáfana: no encajar gol. Si ese era el objetivo lo hicieron muy bien, en parte también por demérito del Barcelona, que no profundizaba y se limitaba a tener la posesión. Justo antes de finalizar la primera mitad cometieron un penalti tonto que Alex Rico (6) se encargó de transformar.

Echamos de menos el alegre juego del Genk (cuando juega el equipo belga, uno como que se anima): nada más comenzar el segundo periodo, un atisbo de ese Genk atacante y sin renunciar al toque, pero el Barcelona era demasiado para ellos. Siguieron dominando, y ahora llegando de forma más clara; Álex Pico (6) volvió a macar tras una gran jugada de Matías Rafael (11) por banda izquierda. El tercero y definitivo sería a cargo de Joan González (10) con un disparo desde fuera del área tras un córner. Siguió el dominio abrumador de la posesión por parte de los azulgranas hasta la finalización del partido.

Hoeman.